OXFORD: LA GUÍA FUNDAMENTAL PARA VISITANTES
Está claro que una ciudad a la que llaman «La ciudad de las agujas de ensueño» va a estar sembrada de bella arquitectura: en Oxford no puedes dar muchos pasos sin vislumbrar algún edificio alto y elegante dominando el perfil urbano. Pero esta ciudad empapada de historia británica por excelencia tiene mucho más que ofrecer además de las visitas arquitectónicas, es una de las ciudades de Inglaterra a tener muy en cuenta como lugar para hacer una escapada de la ciudad o como destino para ir a estudiar.
PRUEBA EL PUNTING
Irse de Oxford sin haberse subido a un punt sería casi un crimen. Alquila uno de los típicos botes planos en el Magdalen Bridge Boathouse y vete hacia el sur con un palo largo en la mano para impulsarte hacia adelante. Navega pasando por los Jardines Botánicos de Oxford, los prados del Christ Church College y a través de las rosaledas de la Magdalen School. Siéntate y relájate, siempre que puedas convencer a alguien para que se encargue del «puntin», mientras flotas tranquilamente y con estilo por las vías navegables de Oxford. Si prefieres no ser el motor de tu bote, hay un montón de cruceros fluviales que ofrecen excursiones por el agua increíblemente relajantes.
VISITA LA UNIVERSIDAD
La Universidad de Oxford, ni puedes ni debes perdértela. Admira las pintorescas y extraordinarias escuelas universitarias, en muchas te dejan echar un vistazo. En la más visitada de las ilustres escuelas de Oxford, Christ Church College, estudió en su día Albert Einstein, y en ella está el auténtico comedor que sirvió de inspiración para crear el gran salón comedor de Harry Potter que se usó para el rodaje de la películas. El Magdalen College, situado en las orillas del río, es famoso por ser uno de los edificios más grandiosos, tiene altísimas torres, claustros cubiertos de gárgolas e incluso su propio parque de ciervos. Cambia la arquitectura por los espacios verdes y pasea por University Parks o visita la tradicional librería Blackwell, mucho más grande de lo que aparenta.
PASEA POR EL MERCADO CUBIERTO DE OXFORD
Puedes (y debes) pasar horas paseando por el mercado cubierto de Oxford, que está en el corazón del centro histórico de Oxford. Dentro te aguarda un batiburrillo de puestos de artesanía independiente, bonitos cafés y magníficas pastelerías. (¡No te pierdas las galletas recién horneadas de Ben!). Date el capricho de comprar productos de artesanía local antes de pasarte por las secciones de queso o de carne y marcharte con una humeante empanada de Pieminister.
DÓNDE COMER…
Sea lo que sea lo que buscas, Oxford tiene todo lo que necesitas: comparte una selección de paellas de marisco, chorizo y carnes adobadas en el Al-Ándalus Tapas. ¿Tienes ganas de cocina japonesa? Vete a Edamane y come auténticos platos caseros japoneses y un sushi sublime. Para el almuerzo, visita Taylor y come un bocadillo gourmet y, para degustar una buena cena, el Boathouse Cherwell, con vistas al río, es inmejorable. Si después de todo eso se hace tarde, pero tienes antojo de una porción abundante de cremoso helado: las deliciosas heladerías G&D están abiertas hasta la medianoche para satisfacer tus ganas de dulce.
…DÓNDE BEBER…
Escondida en una callejuela empedrada, la Turf Tavern no se ve a simple vista, pero está firmemente arraigada en el corazón de quienes conocen y aman Oxford. Hay comida y bebida de pubs tradicionales ingleses en abundancia, pero el verdadero encanto está en las cervecerías al aire libre en verano y en el ambiente agradable todo el año. Prueba cócteles en el pequeño pero galardonado Rauls o en el Freud Café, un bar sorprendente que está dentro de una antigua iglesia, con elegantes techos altos y ventanas con vidrieras. El pub Kings Arms, en el centro de Oxford, está siempre repleto y The Lamb and Flag tiene mucho del encanto de Oxford, con chimeneas y el clásico Tweed incluidos.
…Y DÓNDE HACER EL BRUNCH
Si tu mañana perfecta empieza con una selección de platos hechos a base de huevos o desayunos estadounidenses o ingleses completos, vete al hábilmente llamado Oxford, tu paladar te lo agradecerá. Si quieres un brunch que celebre el buen café y en el que puedas atiborrarte de crepes caseros, vete al café familiar Combibos, y vuelve más tarde ese día para comer un gran trozo de tarta. Si no te basta con las cafeterías típicas, prueba la cafetería de juegos de mesa Thirsty Meeple, cerca de Gloucester Green, para disfrutar de un chocolate caliente con avellanas mientras te entretienes con una selección de más de 2000 juegos.
LLEVA UNA CÁMARA
Una de las bibliotecas más famosas del Reino Unido es también una de las más bonitas: 176 km de estanterías crujen bajo el peso de una copia de cada libro editado por la compañía London Stationers desde 1610, que son más de nueve millones de libros. No estamos sugiriendo que te pases el fin de semana con la nariz metida en un libro polvoriento (aunque no vamos a juzgarte si lo haces), pero merece la pena que añadas a tu itinerario un recorrido por sus silenciosos pasillos. Justo al lado está el teatro Sheldonian, la famosa Cámara Radcliffe y el pintoresco Hertford Bridge (Puente de los Suspiros), así que tendrás tu selección de monumentos emblemáticos de Oxford para fotografiar, filtrar y subir a Instagram. ¿Un #EFMoment?
VISITA LOS MUSEOS
Los amantes de la cultura deberían ir al Museo de la Universidad de Oxford, una versión en miniatura del Museo de Historia Natural de Londres, y echar un vistazo a los esqueletos de dinosaurios y animales disecados que ilustran la historia de la Tierra. ¿Lo mejor? ¡Es gratis! Mientras estés allí, pasa una hora o dos pasmándote ante las rarezas culturales del museo anejo Pitt Rivers, donde encontrarás una ecléctica variedad de curiosos objetos y reliquias procedentes de todo el mundo expuestos en altas vitrinas, además hay tótems, cabezas reducidas y armas antiguas.
Imagen de Mike Norton, Flickr / Creative Commons