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¡Buses con Bacon y Chocolate! USA

¡Buses con Bacon y Chocolate! USA

Para hacer más claro lo que escribí, empiezo aclarando que bacon y tocineta es lo mismo y que vending machines y máquina dispensadora (la máquina en la que metes monedas y se roba tus Doritos o galletas) también son lo mismo.

¡Moverse es parte del viaje y la cafeína también!

Me moví este fin de semana de New York a Washington D.C. para conocer. Como no quería viajar en limosina ni avión privado, decidí viajar en bus. Mis expectativas eran las usuales. Como voy solo, probablemente se va a sentar una persona sobre dimensionada al lado mío y no la chica, bonita, social, que como coincidencia va al mismo lugar que yo y resulta ser mi compañera, guía y mejor amiga durante todo el viaje (la experiencia me dice que esto pasa en cada mil buses que uno se monte. Yo voy por el número 999 así que creo que la próxima vez será la de la suerte). Aparte de eso, también me esperaba una terminal de buses enorme y no tan limpia con gente durmiendo en cada esquina (me llama mucho la atención la gran cantidad de gente que vive en la calle aquí en NY) y por último, esperaba un bus con las clásicas características que por lo general me encuentro cada vez que viajo:

  • Suele haber nada más dos temperaturas en los buses ya sea extremadamente frío o extremadamente caliente.

  • Solo existen trece mil cuatrocientos diferentes malos olores dentro de los buses, son tantos que uno no logra diferenciar de donde vienen y por lo general cada bus los tiene TODOS y al mismo tiempo. (en la mayoría los tratan de disfrazar con algo de perfume, gracias por el intento, buen detalle)

  • La puntualidad es buena, ayuda a que uno se organice y a que quien te espera también se pueda organizar. La puntualidad por lo general lo es casi todo, uno planea viajes en torno a esto, horas de llegada y salida. Pero bueno, por lo general los buses no cumplen estas reglas.

  • Por último en los buses no hay bacon, siempre pensé que sería bueno tener un vending machine con bacon y malteadas de chocolate por si uno se antoja en el camino.

Sin embargo aquí en los Estados Unidos las cosas han resultado ser bastante diferentes. Por ejemplo el choque cultural que he tenido con muchos estadounidenses considero que ha sido mucho más fuerte que el que tuve en otras culturas que pensé iban a ser más contrastantes (pero ese es otro tema). Y bueno, por otro lado están los viajes en bus y como hasta ahora han sido… Y cómo han destruido todas las expectativas negativas que tenía.

Todo empezó cuando mi amigo Jugo (vamos a llamarlo así) me llamó. Me dijo que le iba a tocar trabajar en Washington D.C. (a cinco horas de New York en donde estoy en este momento) me dijo que él tenía planeado quedarse de miércoles a domingo en una casa solo y que obviamente había espacio por si yo quería llegar. Sin dudarlo, antes de colgar el teléfono, yo ya estaba online comprando los boletos. Dudé entre viajar en tren o en bus y luego de una pequeña investigación y bastantes preguntas mi conclusión fue la siguiente.

  • Viajan en bus los que:

    • Cuentan con poco presupuesto

    • No están en apuros ya que pueden haber demoras inesperadas

    • Los que necesitan más opciones de hora de salida y llegada

    • Están en espera de los vending machines de bacon y malteadas.

  • Viajan en tren los que:

    • Quieren tener más espacio para las piernas y poder caminar de vagón en vagón

    • Tienen más presupuesto

    • Necesitan saber hora exacta de llegada

    • Les da la gana de viajar en tren

Como el tiempo es mi amigo y me gustan las malteadas, decidí viajar en bus, algo sencillo pagué 17$ dólares ida y el doble para regresarme (cuando es fin de semana es más caro). Luego de dos minutos, me llega un mensaje al celular que dice la dirección en donde sale el bus y la dirección a donde llega (perfectas coordenadas para Google Maps que aquí en Estados Unidos es la respuesta a todas mis preguntas.)

Cuando llegué a tomar el bus me encontré con varias sorpresas. Y fueron en este orden:

  • Me di cuenta que aquí no utilizan terminales de bus, simplemente dicen una calle en especial, alguien se para con un letrerito y listo. Por no saber esto perdí mucho tiempo buscando una terminal o un edificio hasta que me di cuenta que lo que tenía que buscar era solo un letrerito o un paraguas.

  • ¡Cómo no tenía ticket ni nada por el estilo, mostré el mensaje de texto que me había llegado al celular y listo! Así hizo cada una de las personas que se iban montando al bus, fue súper rápido y eficiente.

  • Cuando me senté me di cuenta de varias cosas lo más cool es que el techo del bus (mismo bus que solo me costó 17$ era todo de vidrio y se podía ver el cielo sin que entrara mucho calor) que buena vibra.

  • Al lado mío sí se sentó una persona sobre dimensionada poco social, pero bueno ahí vamos, seguimos soñando.

  • Además descubrí conectores para los enchufes en cada asiento, perfecto para cargar el celular o cargar la computadora cuando tienes que escribir en el blog!

  • Había internet Wi-Fi GRATIS. Exactamente, yo ni siquiera sabía que eso se podía.

  • Para terminar lo que más me llamó la atención fue la maquina dispensadora, o vending machine de bacon y malteadas que había. EXACTO no era sólo de malteadas de chocolate, habían sabores de todo tipo, fresa, vainilla, chocolate, café, bacon y naranja piña.

Cada día me sorprendo más del cómo cada país innova a su manera y cómo algo tan sencillo como lo es viajar en bus, aún tiene opciones para renovarse. Es increíble lo fácil que me sorprendo por detalles tan pequeños y creo que ese es mi secreto para ser un buen viajero. Detalles como los que mencioné hacen que moverse de ciudad en ciudad o de país en país sea súper relajado y hasta eficiente. Dormir en buses cuando uno viaja tanto puede ser peligroso, porque al final te das cuenta que pasas más horas durmiendo que siendo eficiente y eso es lo que hay que evitar.

A la hora de viajar recomiendo atención total, inténtenlo, te vas a dar cuenta que todo resulta ser más fácil de lo que antes de hacerlo pensabas. Qué bueno fue el viaje y ahora solo me queda contarles lo que pasó en Washington D.C.

Gracias espontaneidad, porque la mayoría de las veces vale la pena hacerte caso, gracias bacon y malteadas y gracias sorpresas ¡son lo mejor!

PD: obvio que lo del vending machine es mentira, pero acéptenlo, sería ideal.

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